La Casa de los Diez sobresale por su arquitectura distintiva y su imponente torreón en la esquina de las calles Santa Rosa y Tarapacá. Este edificio histórico es un monumento patrimonial de gran relevancia cultural e histórica, cuya importancia abarca múltiples aspectos tanto arquitectónicos como culturales.

Erigida en torno a 1840, esta construcción es un notable ejemplo del estilo neocolonial que ha resistido el paso del tiempo a pesar de haber experimentado diversas transformaciones para adaptarse a distintos usos y dueños a lo largo de los años. Destaca el empleo predominante del adobe como material principal, evidenciando una revalorización de la arquitectura tradicional chilena, con un diseño que incluye un patio central alrededor del cual se distribuyen las habitaciones.

Sin embargo, la trascendencia de la Casa de los Diez va más allá de su estructura física. A principios del siglo XX, su propietario Fernando Tupper la convirtió en un centro cultural y artístico, auspiciando al Grupo de los Diez, un colectivo multidisciplinario que contaba con escritores, pintores y músicos prominentes como Pedro Prado, Manuel Magallanes Moure, Juan Francisco González, y otros. Dos figuras destacadas dentro de este proyecto fueron los arquitectos Julio Bertrand y Julio Ortiz de Zárate, quienes contribuyeron significativamente a la remodelación de la casa, incluyendo su característico torreón y elementos arquitectónicos distintivos como el pórtico de piedra y la puerta principal.

Los artistas del grupo también dejaron su huella en la propiedad, con contribuciones que van desde diseños de puertas hasta la ornamentación de capiteles en el interior del edificio, reflejando la ocupación de los miembros del colectivo. Influenciados por las vanguardias europeas, estos artistas impactaron profundamente en la escena intelectual de Santiago, dejando un legado que trascendió incluso a nivel internacional, influyendo en figuras como Pablo Neruda y Gabriela Mistral.

En la actualidad, la Casa de los Diez es administrada por la Fundación Cultural Casa de los Diez, creada por la familia de Alfredo García Burr, uno de los últimos propietarios del inmueble. Su dedicación a la conservación y mantenimiento de la propiedad, impulsada por su pasión por las antigüedades y el coleccionismo, ha asegurado la preservación de este valioso testimonio de la arquitectura y la cultura chilenas para las generaciones presentes y futuras.