Un Paseo entre el Conocimiento y la Cultura

Palacio Schacht

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Relato en Lengua de Señas Chilenas

Ubicado en un encantador rincón que forma un pequeño bulevar en la confluencia de la Av. Nueva Providencia con Pedro de Valdivia, se alza majestuoso el Instituto Cultural de Providencia. Este espacio multifacético se erige como un refugio para una variada gama de actividades, que no solo involucran a los residentes de la comuna, sino también a aquellos provenientes de todos los rincones de Santiago. Aquí, tanto vecinos como ciudadanos, pueden deleitarse con espectáculos cautivadores, exposiciones inspiradoras, enriquecedores talleres y animadas ferias.

Se trata de un edificio con características del neoclasicismo francés, que se pueden distinguir principalmente en la discreción de sus adornos. En su frontis principal destacan el balcón del segundo nivel, sostenido por pilares que hoy se encuentran semi-ocultos tras la mampara de vidrio que sirve para el control de ingreso de personas al centro, y su ventana curva. En la fachada posterior, las escalinatas dobles que enlazan con el patio interior reflejan la inspiración arquitectónica. La resistencia de su estructura, un armonioso ensamblaje de muros de ladrillo, tabiques y adobe, ha prevalecido a lo largo de los importantes terremotos que han sacudido la historia desde su erección en 1921, aunque no sin recibir restauraciones oportunas.

Este edificio de dimensiones generosas, con sus dos pisos y subsuelo, acoge una diversidad de espacios, brindando un hábitat propicio para numerosos salones. Si bien hoy día se destaca en el entorno, es importante considerar que cuando este inmueble fue diseñado se encontraba en medio de un paisaje aún en proceso de urbanización, lo que contribuye a entender su austeridad.

Su origen se remonta a un encargo de Guillermo Schacht Tröger, cónsul honorario de Alemania, y su esposa Olga Gerken Mahn. Esta pareja inició su vida juntos en Valparaíso, pero las secuelas del devastador terremoto de 1906 en esa ciudad, sumadas a las pérdidas comerciales en Alemania debidas a la guerra, los motivaron a mudarse a Santiago. El diseño del edificio fue confiado a Alberto Siegel Lübbe, arquitecto alemán y cuñado de la pareja, quien en colaboración con Augusto Gieger edificó alrededor de 16 estructuras en el centro de Santiago, aunque lamentablemente varias de ellas, como la emblemática tienda Gath y Chaves, hoy yacen en el recuerdo tras ser demolidas.

La familia Schacht Tröger residió en esta morada hasta 1948, cuando Olga Gerken falleció. Luego, el edificio albergó por un tiempo al Colegio Femenino Santa Mónica antes de pasar a manos del Arzobispado. A lo largo de estos cambios de propiedad, se llevaron a cabo modificaciones que resurgieron como temas controversiales hace algunos años. En la parte trasera, justo frente a las escalinatas que descienden al subsuelo, se encuentran dos esculturas de leones, posiblemente provenientes de la renombrada fundición francesa Val d’Osne y traídas probablemente desde otro punto de Santiago en esa época. En este mismo sector, una fuente originalmente planeada en los diseños parece haber desaparecido durante alguna renovación, siendo reemplazada por una versión más contemporánea.

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