La figura de Pablo Neruda puede resultar conflictiva en la actualidad, tanto por las circunstancias que rodean su muerte, como por las experiencias de vida que relata en su obra testimonial “confieso que he vivido”. Sin embargo, más allá de la polémica, Neruda es uno de los poetas más influyentes del siglo XX, lo que le valió ser galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1971.

La casa de Pablo Neruda en Santiago, emplazada a los pies del Cerro San Cristóbal, en el barrio Bellavista, fue diseñada y construida por el arquitecto catalán Germán Rodríguez Arias. Según relata el propio arquitecto, Neruda se involucró tanto en el diseño de la propiedad, que incluso lo llevó a tener que adaptar la orientación de la casa para que tuviera vista hacia la cordillera.

Se construyó acomodándose a los desniveles del terreno y aprovechando como un elemento del paisaje característico de la vivienda, los canales de agua que bajaban desde el cerro. De manera que, se trata de una casa de múltiples niveles, con espacios conectados por pasillos y puertas que forman un laberinto. Del mismo modo, sus jardines, adornados con esculturas y fuentes, así como la gran cantidad de objetos que Neruda coleccionaba y que lo conectaban con la tierra y el mar, hacen que la casa esté llena de poesía en cada uno de sus rincones. 

Fue llamada “La Chascona”, haciendo referencia a los ensortijados cabellos de su última esposa, Matilde Urrutia, a quien representaba en algunos espacios de la casa, cuyas habitaciones están repletas de objetos curiosos, colores, libros y textura, espacios dedicados al estudio, al juego y al esparcimiento y a la representación de la vida excéntrica y apasionada del poeta. 

Pablo Neruda, seudónimo de Nefaltí Reyes Basoalto, desarrolló una intensa carrera literaria, pero también política. Así, su poesía abarcaba temas que iban desde el amor o la naturaleza, hasta la justicia social. Fue un miembro activo del Partido Comunista y ejerció los cargos de Senador en Chile y Embajador en España.

Tras el Golpe de Estado y a pesar de su militancia política, hubo un aparente respeto hacia su figura, pues, a pesar de la censura, sus libros permanecieron disponibles en las bibliotecas públicas. De acuerdo a la información oficial, al ocurrir este evento histórico, Neruda se encontraba afectado por un cáncer que le causó la muerte el 23 de septiembre de 1973. Ese mismo día, la casa fue allanada y destruida, el canal, que antes fuera un elemento del paisaje, había sido obstruido por lo que la casa se encontraba totalmente inundada. Neruda fue velado en este mismo lugar y su funeral fue el primer acto masivo en dictadura. 

Su esposa Matilde, se encargó de reconstruir la vivienda y permaneció en ella hasta su muerte en 1985. En la actualidad, la Fundación Neruda, que tiene a su cargo el legado del poeta, ha convertido esta vivienda en un museo que nos recuerda que Pablo Neruda vivió en la poesía.