Ubicado en los antiguos terrenos de la chacra Lo Valdivieso comuna de Ñuñoa, el Estadio Nacional fue inaugurado el año 1938 por el presidente Arturo Alessandri Palma como uno de los campos de deportes más modernos de América. En sus 70 hectáreas, da vida a múltiples ramas deportivas y significó un impulso, tanto vial, como urbano al sector de avenida Grecia. Fue diseñado por los arquitectos Ricardo Müller Hess, Aníbal Fuentealba Bonniard y Alberto Comatches Anríquez con un marcado estilo art deco, inspirándose en el Estadio Nacional de Berlín. Además de la cancha profesional de fútbol, el campo se planificó con un velódromo, al que hoy se suman instalaciones para la práctica de deportes acuáticos, un patinódromo, un estadio de béisbol, un court de tenis entre otros.

En sus 85 años de existencia, el coloso de Ñuñoa ha sido testigo de una amplia gama de emocionantes acontecimientos deportivos. Entre ellos, destacan los eventos asociados al fútbol, como el Tercer lugar obtenido en el Mundial de Fútbol de 1962 y la emocionante victoria en la Copa América del 2015. Además, el recinto fue el escenario del Vice campeonato de la Copa Davis de 1976, una memorable batalla en el Court Central. También ha albergado eventos de boxeo de renombre, como la legendaria pelea entre Martín Vargas y Miguel Canto. La natación tuvo su espacio en el recién inaugurado complejo de piscinas durante los Juegos Odesur de 2014, donde se reunieron destacados atletas del continente. Asimismo, otras disciplinas deportivas han encontrado su hogar en este lugar, gracias al velódromo y al Centro de Alto Rendimiento. Estas instalaciones han sido fundamentales para el desarrollo y promoción del deporte chileno en todas sus formas.

Además del deporte, el Estadio Nacional es un importante espacio de espectáculos, por su alta capacidad de asistentes, ha recibido las visitas de grandes artistas internacionales y la visita del Papa Juan Pablo Segundo en el año 1987. La visita del sumo pontífice se da en un contexto crucial de la política nacional, porque, el Estadio Nacional no sólo ha conocido de alegrías, sino que también ha sido escenario de grandes dolores. A partir de los días 12 y 13 de septiembre de 1973, el “Coloso de Ñuñoa” fue utilizado como campo de concentración, transformándose así, en el centro de detención más grande del país, y que, según cifras de la Cruz Roja chilena, alcanzaron las 40 mil personas.

Recién en el mes de noviembre del mismo año, este lugar fue evacuado para permitir el desarrollo del partido de revancha entre Chile y la Unión Soviética. Este “partido fantasma”, sin oponentes, donde los 11 jugadores se posicionaron en el campo para cerrar con un gol de Chamaco Valdés frente a un arco contrario completamente vacío. A treinta años del golpe cívico militar, el estadio nacional fue declarado Monumento Histórico, un tramo de las graderías, permanecen sin alteración alguna en recuerdo a las violaciones a los derechos humanos, la leyenda “un pueblo sin memoria es un pueblo sin futuro”, se lee en el memorial en las graderías de la escotilla N 8.

El mismo año de la visita del papa, un joven Peter Tormen, ciclista, ganó la Vuelta de Chile, dedicando el triunfo a su hermano Sergio, detenido desaparecido en 1974. En esta historia se basa el libro “La bicicleta mágica de Sergio Krumm” de Marcelo Guajardo, que narra la vida de un grupo de niños del barrio San Eugenio que encuentran en el taller de Bicicletas de don Anselmo una bicicleta que los lleva a un momento complejo de la historia. En abril de 2023, el Velódromo del Estadio Nacional fue denominado como Sergio Tormen en recuerdo al ciclista Campeón Nacional, detenido y desaparecido en el año 1974.