Cuando Pedro de Valdivia llegó a Chile, estableció su campamento en las faldas del Apu Wechuraba, hoy conocido como Cerro Blanco, durante varios días. Sin embargo, pronto se trasladó hacia lo que hoy es el centro de Santiago, entonces una llanura en el valle del Mapocho, más allá del río. Siguiendo la costumbre de la época, el militar español procedió a fundar una ciudad, repartiendo tierras entre sus acompañantes. De esta manera, el terreno donde ahora se sitúan los edificios en la parte norte de la Plaza de Armas de Santiago fue asignado a Valdivia.

Tras la muerte de Valdivia, este terreno fue dividido en tres partes. En una de estas partes, donde ahora se encuentra el Correo, emplazó el Palacio del Gobernador, adyacente a la Real Audiencia, que hoy es el Museo Histórico. El Cabildo se encontraba donde hoy está la Municipalidad de Santiago.

Durante el siglo XVIII, la Corona Española dejó una serie de edificios monumentales como legado. Bajo el mandato del controvertido Gobernador Andrés de Ustáriz, quien no duró mucho en su cargo debido a acusaciones de nepotismo y favorecimiento del contrabando, se construyó este hermoso inmueble. El gobernador encomendó la obra al entonces corregidor de Santiago, Antonio Matías Quint de Valdovinos, que se completó en 1715 con la finalidad de servir como residencia de los gobernadores coloniales. Esta función continuó hasta 1846, cuando el presidente Manuel Bulnes decidió trasladarse a la antigua Casa de Moneda.

El edificio enfrentó un momento crítico en 1881 cuando un gran incendio arrasó sus instalaciones, lo que llevó al presidente Domingo Santa María a impulsar su reconstrucción. La obra inicial fue encargada al destacado arquitecto Ricardo Brown, formado por Lucien Henault y conocido por la Galería de San Carlos del Portal Fernández Concha. La modernización de la fachada corrió a cargo del arquitecto Ramón Feherman, funcionario del Ministerio de Obras Públicas, que construyó sobre los cimientos originales, otorgándole un aspecto renacentista y añadiendo un piso adicional, una mansarda y un techo de vidrio sostenido por estructuras metálicas.

Debido a la ubicación en un país sísmico, el edificio sufrió daños en diversos momentos, como en 1927, cuando fue reparado tras un terremoto. Además, el terremoto de 1985 le causó daños estructurales, y un incendio en 1999 afectó la cúpula. Después de varias mejoras, el edificio se reinauguró en 2001.

El edificio de Correos, declarado Monumento Histórico en 1976, forma parte de un conjunto arquitectónico que muestra una armonía con los edificios circundantes y la plaza que lo rodea. Su proximidad a la Catedral y su conectividad le otorgan un considerable valor urbano.

En la actualidad, alberga las dependencias de Correos de Chile y un Museo Postal y Telegráfico, que muestra un pasado no tan lejano en el cual las cartas eran el principal medio de comunicación a distancia, aún parte fundamental del inconsciente colectivo de la ciudad de Santiago.