Iglesias Patrimoniales de Patrimoniales
Iglesia San Francisco
Audio Relato
Relato en Lengua de Señas Chilenas
La Iglesia de San Francisco es considerada la construcción más antigua de la ciudad de Santiago. Aunque su origen como templo se remonta a la llegada de los españoles, recientes estudios arqueológicos han demostrado que su forma de construcción corresponde a un diseño precolombino.
La estructura de la techumbre del templo está hecha de madera y las tejas son de arcilla. Uno de los elementos más destacados de la iglesia es el artesonado que adorna la nave central, vale decir, la decoración de madera que cubre el cielo; y que sigue el estilo mudéjar. También es digna de mención la puerta que comunica la sacristía con el claustro, con tres hojas de madera de ciprés finamente tallada, que abarcan 5 por 3 metros. Otra obra notable de ebanistería es la sillería del coro, también realizada en ciprés.
La historia de la fundación de Santiago cuenta que Pedro de Valdivia llevaba consigo una pequeña imagen de la Virgen, tallada y policromada en Italia, a la cual se atribuyeron dones milagrosos. Se dice que la Virgen defendió a los nativos lanzando tierra a los ojos de sus adversarios durante un enfrentamiento en el Valle del Mapocho contra Michimalonco. Esto la convirtió en la “patrona” de la aldea. Sin embargo, la figura fue trasladada a una ermita a cargo de los mercedarios, ubicada fuera de la ciudad al sur, antes de ser confiada a la orden de los Franciscanos.
Así, la Virgen del Socorro motivó a los Franciscanos a adquirir en 1554 doce solares frente al Cerro Santa Lucía para construir una ermita que albergara la imagen. El templo original era de adobe y muy sencillo, pero se derrumbó durante el terremoto de 1583. Tras este desastre, se recurrió a la ayuda de devotos y al rey Felipe II para financiar una nueva obra.
Esta nueva construcción se completó en 1618, seguida de la construcción de claustros, una enfermería, capillas laterales, un refectorio, huertas y mejoras realizadas por los padres con donaciones de los fieles. Lamentablemente, al igual que muchos edificios coloniales, sufrió daños por los terremotos de 1643 y 1751, que llevaron al colapso de sus torres.
En la mitad del siglo XIX, un nuevo templo se erigió sobre los bloques de piedra originales, bajo la supervisión del arquitecto Fermín Vivaceta. Este nuevo diseño reflejó la influencia colonial, especialmente en su torre, que incluyó un reloj como parte de su concepción fundacional. Además, se incorporó una linterna sobre el presbítero para mejorar la iluminación.
La iglesia está rodeada por varios claustros que cuentan con muros de adobe. En estos claustros se encuentran 42 lienzos de la escuela cuzqueña que representan la vida de San Francisco, datados en la segunda mitad del siglo XVII. Actualmente, estas dependencias albergan el Museo Colonial, considerado uno de los más valiosos de todo el continente.
La Virgen del Socorro, objeto de gran devoción durante la Colonia, sigue ocupando un lugar destacado en el altar mayor de la Iglesia. Además, en el Museo de Arte Colonial de San Francisco se conservan la medalla y el pergamino donados por la Premio Nobel Gabriela Mistral a la orden franciscana, lo que añade un importante elemento histórico y cultural a la iglesia más antigua de Chile.