Iglesias Patrimoniales de Santiago

Iglesia San Vicente de Ferrer

Audio Relato

Relato en Lengua de Señas Chilenas

Popularmente conocida como Iglesia de Los Dominicos debido a su entorno, que incluye un pintoresco pueblito, un parque y una estación de metro, este templo lleva por nombre oficial Iglesia San Vicente Ferrer, en honor a un destacado sacerdote valenciano canonizado en 1455 por su labor como filósofo, predicador y por los prodigios que se le atribuyen.

Construida en adobe, una técnica constructiva típica de su época, la iglesia demuestra su durabilidad a lo largo del tiempo. Sus dos torres campanario con cúpulas de cobre, adornadas con figuras de ángeles, se emplazan majestuosamente sobre un amplio parque, otorgando al templo un lugar destacado en el paisaje. La estructura muestra detalles notables, como puertas de fierro forjado y madera tallada, así como un piso de arcilla originalmente conservado.

El interior de una sola nave se distingue por la diferencia de altura que resalta el altar mayor, iluminado por grandes ventanales. En torno a la imagen de Cristo se encuentra el coro de los religiosos.

El sitio donde se encuentra la iglesia fue parte del camino hacia el centro ceremonial del Cerro El Plomo y de los tambos incas. Pedro de Valdivia posteriormente concedió estas tierras a Inés de Suárez como parte de su encomienda. Más tarde, en 1767, se erigió una capilla en honor a los hijos fallecidos de Antonia Portusagasti y Juan Cranisbro, antecedente de la actual iglesia.

En 1809, la Orden de Los Dominicos adquirió los terrenos para establecer un noviciado, dando inicio a la construcción de la iglesia y el convento. Este lugar albergó la casa de estudios de la Recoleta Dominica, cuya biblioteca patrimonial se encuentra hoy en la comuna de Recoleta.

Los dominicos también tuvieron un papel relevante en la educación universitaria del país. Se cree que aquí interactuaron con Manuel Rodríguez, quien posteriormente fue perseguido por los realistas y se refugió disfrazado de fraile en la iglesia.

Hoy en día, la iglesia sigue siendo un centro devocional, y su claustro y bodegas se utilizan para diversas actividades comunitarias y sociales, además de las religiosas.

Cómo llegar

Ir al contenido