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Museo Nacional de Bellas Artes

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Relato en Lengua de Señas Chilenas

El Museo Nacional de Bellas Artes es una de las instituciones culturales más importantes del país. No sólo por ser el espacio que acoge algunas de las obras artísticas más prominentes de nuestra historia, sino también, porque es un espacio de reflexión y difusión sobre el lugar que ocupan las artes en el mundo actual.

El edificio fue diseñado para acoger, en su ala oriente, al Museo Nacional de Bellas Artes y en su ala poniente a la Academia de Bellas Artes, que hoy ocupa el Museo de Arte Contemporáneo. Su diseño incorpora elementos del art nouveau, como los adornos de bronce que intentan imitar a la naturaleza. Su cúpula vidriada en el hall es uno de sus elementos más característicos, cuyas piezas fueron traídas en barco desde Europa y ensambladas en Chile en 1909 con un peso de 115 kilos. Otro elemento característico son las cariátides, columnas con forma de mujer que se ubican en el segundo piso.

Desde el exterior y cerca de la techumbre, en la zona denominada friso, se aprecian 22 mosaicos con el rostro de arquitectos y artistas de todo el mundo, todos hombres. Esta poca representación femenina, contrasta con la escultura “Unidos en la gloria y en la muerte”, de la artista chilena Rebeca Matte y que se ubica justo en su frontis. 

El museo nació mucho antes que su edificio, cuando en 1880, bajo la presidencia de Aníbal Pinto, se formó la Comisión de Bellas Artes, un consejo de intelectuales y artistas que tuvo la misión de escoger obras de arte para formar el Museo Nacional de Pintura, el que funcionó, inicialmente, en el segundo piso de edificio del Ex Congreso Nacional. Con el paso del tiempo, ambas funciones se hicieron, por lo que el museo se traslada hasta la Quinta Normal, al edificio de la Unión Artística -fundada por Pedro Lira y Luis Dávila-, llamado también Partenón por su parecido con el templo de la Acrópolis de Atenas y donde hoy funciona el Museo de Ciencia y Tecnología.  Cuando el estado adquiere este inmueble para la exhibición de las obras, pasa a llamarse formalmente como Museo de Bellas Artes.

Si bien es cierto, el gobierno llamó a concurso para el diseño arquitectónico del edificio en 1901 y cuyo ganador fue el arquitecto Émile Jéquier (nacido chileno pero avecindado en Francia durante toda su infancia y juventud, quien también es autor de la Estación Mapocho); su construcción sufrió una serie de contratiempos que impidieron su inauguración hasta 1910; entre éstos, la falta de recursos para su construcción, el terremoto de Valparaíso en 1906, tanto como los movimientos sociales y las demandas de trabajadores y obreros. 

Con igual cantidad de problemas se desarrolló su inauguración, el 18 de septiembre de 1910. A pesar del ambiente festivo del centenario, las actividades se desarrollaron en medio del luto debido a la muerte del presidente Pedro Montt en agosto, y la de su sucesor, Elías Fernández, el 6 de septiembre. En medio de la tragedia, Emiliano Figueroa, ex ministro, asume como presidente transitorio y dirige las celebraciones con una Exposición Internacional donde se presentaron obras de artistas provenientes de 20 países.

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