Parques de Santiago

Parque Municipal Los Domínicos

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En los faldeos cordilleranos, o como se decía antaño, “donde el diablo perdió el poncho”, se encuentra el Parque Municipal de Las Condes, un lugar que hoy en día es apreciado por su belleza natural y cultural. Este parque se encuentra estrechamente vinculado al Pueblito de Los Dominicos, que quizás muchos conozcan, pero cuyo auténtico valor histórico suele pasar desapercibido. 

La historia de este parque y su entorno se remonta a los albores de la ciudad de Santiago, ya que están ligados al gobernador Pedro de Valdivia, quien otorgó estas tierras a Inés de Suárez en 1534. Dos siglos más tarde, en 1767, pasaron a manos de María Antonia Portusagasti y su esposo Juan Canisbro. Juan, un hombre trabajador y culto, erigió una hermosa capilla en memoria de sus dos hijos que fallecieron en la infancia. Tras la muerte de Juan, la capilla, llamada San Vicente de Ferrer, junto con su casa, fue heredada por el convento de La Recoleta Dominica, con la intención de establecer un lugar de encuentro, reflexión, retiro y oración para los campesinos de la zona.

La Iglesia San Vicente Ferrer, ubicada en el perímetro del parque, es un edificio de imponentes techos con vigas de madera, diez pequeños candelabros y dos hileras de bancos. Esta iglesia fue declarada Monumento Nacional en 1983, y junto con las instalaciones cercanas como la casa parroquial, el convento y el lagar, forma parte integral de una Zona Típica, es decir, se encuentran protegidas por la Ley de Monumentos Nacionales, evitando así, su destrucción.

Sin embargo, la iglesia tiene una importancia aún mayor en la historia de la región. Durante la época de la reconquista española y el proceso de independencia, sirvió como refugio en múltiples ocasiones para el patriota Manuel Rodríguez Erdoiza. Las crónicas de la época relatan cómo Fray Justo Santa María del Oro, defensor de la causa independentista, brindó refugio a patriotas en apuros, incluido Manuel Rodríguez, quien se disfrazó de fraile para protegerse de las tropas realistas. Se dice que el sacerdote conocía un paso rápido a través de la Cordillera de los Andes que conectaba con el Ejército Libertador en Mendoza, lo que dio origen a la leyenda del “Paso del Fraile”. Esta iglesia también desempeñó un papel importante como refugio para los revolucionarios balmacedistas durante la Guerra Civil de 1891.

El Parque Los Dominicos representa un vestigio vivo de la historia de Los Dominicos como entidad. La recientemente reformulada explanada, sus árboles y los nuevos accesos, así como la incorporación del metro en 2010, destacan su evolución a lo largo del tiempo. Sin embargo, el parque ha enfrentado controversias, ya que los residentes expresaban su preocupación de que se convirtiera en un “parque urbano” saturado de comercios, áreas para perros y pistas de skate, en contraposición a la idea de un espacio dominado por áreas verdes y que fuera un auténtico pulmón para la comunidad. Esta inquietud llevó a más de seis años de espera para lograr su aspecto actual. En efecto, el parque tuvo que incrementar su área verde en un 1 % adicional para cumplir con el 5 % exigido por el Plan Regulador Comunal, una meta que con el tiempo se había ido perdiendo debido al proceso de urbanización de la zona. Para lograrlo, se reubicó la estructura metálica de la feria hacia los estacionamientos y se restringió el acceso vehicular desde la avenida Apoquindo.

Hoy en día, el parque se erige como uno de los pulmones más exquisitos del sector oriental de la ciudad, un testimonio vivo de la historia y un remanso de tranquilidad en medio del bullicio urbano.

Cómo llegar

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